A lo largo de la historia la conservación de carreteras ha experimentado cambios al igual que otros aspectos de la vida cotidiana. En un principio eran los peones camineros los encargados de arreglar los desperfectos en las carreteras. Llevaban en un canasto el material necesario para tapar los baches y limpiaban los arcenes de las vías. Estos señores tenían asignados tramos de carreteras por los que podían desplazarse fácilmente ya que vivían en casas situadas en el límite de la misma, como podemos observar en la imagen inferior.
En 1984 cuando se reformó la Ley se consideró al peón caminero como una figura a extinguir dando paso al modelo actual en el que la Administración contrata a empresas especializadas en estos servicios.
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